En la tierra como en el cielo

En tres segundos fui al paraíso,
en sus ojos claros puse mi alma
lista para el sacrificio del sueño..
Ese sacrificio que exige un suspiro

Su belleza me conmueve, me lastima..
el más dulce tormento del mártir amante.
¡Que venga y devore el silencio con tacto!
¡Que congele mis huesos con su voz!
Que perfore mi pecho con palabras dulces..

Mi alma es el cordero de un dios que
vive del pecado del mundo
un dios viejo y moribundo
caníbal veterano de guerras

Me ofrezco a tu mortal belleza
Arráncame lo poco que queda
Y canta hasta que arriba
Se muestre la hermana de plata

Duerme en mi pecho hueco
Acuna ahí tus desgracias
Olvídame en tus dichas
Recuérdame en tu infierno