Y después del abismo ¿qué?
mi carne es solo una mancha en la tierra,
lo que fui esta ahí y lo seré me espera en un puerto.
No, una orilla.. una balsa y varias plumas es lo único que veo.
¿Y que si de las perlas nací?, la madre primavera no me cobijo y quede huérfana a la merced del viento,
aquellos hermanos incompresibles impulsivos que ahora me ordenan partir.
Los manglares desiertos, el hogar de los que no quieren ser vistos, los eternos vigilantes,
aves guías para los que lo necesitan, no pueden comandar los rumbos pero apaciguan el alma.
El mar se acerca la sal me quema .. y las tormentas me han vuelto de trapo pero entre remiendos regreso al naufragio...
Mientras tanto los vientos siguen discutiendo mientras voy de lado a lado a merced de la indiferencia del destino.. recordando tantos sabores.
Después de cada tormenta llego a una isla diferente, la primera tiene bosques, la segunda se luce entre nevados, la siguiente es una masa de desierto y la ultima un telón de niebla impenetrable.
Una hija de venus, embarcada en una débil esperanza con rumbo a crear sus propios dioses a su imagen y semejanza, como lo manda la cordura... o a derrumbar lo que queda y apresurar el fin.
Nunca hay dos opciones... mas allá de la niebla hay mas...
